Contra el acoso sexual callejero en #Toluca
En la capital del Estado de #México se castiga con arresto a quien acose u hostigue sexualmente a una mujer en la calle.
El pasado 18 de julio de 2019, el Ayuntamiento de Toluca aprobó el arresto hasta por 36 horas a quien acose y hostigue sexualmente a una mujer en la calle. De inmediato, hubo quienes advirtieron superposición de penas por conductas iguales e invasión de funciones por parte del municipio, dado que el Código Penal del estado también establece sanciones por delito semejante: “de un año a cuatro años de prisión y de cien a trescientos días de multa. Si el pasivo del delito fuera menor de edad o persona que no tenga la capacidad para comprender el significado del hecho o de resistirlo, la pena se incrementará en un tercio”, dicta el artículo 269 Bis del Código.
El miércoles 31 de julio de 2019, la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de México se pronunció en favor de la medida aprobada por el Cabildo municipal, en razón de que no hay esfuerzo redundante en la enorme tarea de prevenir la violencia en contra de las personas, en especial hacia las mujeres.
Pero, ¿qué es el acoso u hostigamiento callejero? La fracción IX del apartado A del artículo 105 del Bando Municipal, establece que es “emitir ofensas, palabras obscenas o de índole sexual, así como realizar actos de exhibicionismo en contra de las mujeres, afectando su dignidad, libertad, integridad y derechos una o más ocasiones”.
Desde mi punto de vista, la aprobación de la medida municipal es una respuesta afirmativa a una necesidad social que la ley penal no satisfacía fehacientemente, pues exigir su reparación conlleva la actuación del defensor social, en horas, oficinas y trámites engorrosos, con investigaciones inacabadas e investigadores saturados de trabajo en la Fiscalía, instancia que además procura la justicia de todos los delitos del fuero común que se cometen a diario en la capital del Estado de México. El asunto requiere atención inmediata: solo en los primeros seis meses de este año, la línea telefónica de auxilio 911 recibió 264 llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de acoso u hostigamiento sexual, según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Con esta medida, el Ayuntamiento ofrece una justicia expedita, inconmutable y de reparación inmediata del daño, que para la víctima puede ser suficiente en el esfuerzo colectivo de hacer entender al agresor que su conducta es lesiva para la integridad y la dignidad de las personas afectadas. Y más aún: tal como está aprobada, es una medida que contribuye a la concienciación de la cultura del respeto a la ley, a la convivencia social armónica y al respeto entre habitantes del municipio, así se transite solo de paso por la ciudad capital del Estado de México. Para hacerla valer, basta con llamar a un policía y denunciar al agresor.
¿Significa esto que ya no podremos decir piropos a las mujeres en la calle? No, porque esa es la antesala de otras formas más graves de violencia sexual, han coincidido los munícipes. Y mucho hay de razón: según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016, el segundo ámbito donde mayor violencia sufren las mujeres es el ámbito comunitario, en espacios como la calle, el parque y el transporte, entre otros, donde 38.7% de las mujeres fueron víctimas de actos de violencia por parte de desconocidos.
¿El municipio invade funciones con esta medida? Lo mismo podría decirse al sancionar a quien conduce vehículos automotores bajo los efectos del alcohol o cualquier sustancia enervante, conducta consignada tanto en el Código Penal como en el Reglamento de Tránsito estatal, lo cual no impide la realización de operativos antialcohol por las corporaciones municipales ni el aseguramiento de conductores y vehículos para prevenir accidentes y daños a terceros. No basta leer los delitos solo como un catálogo de conductas sancionables: se trata de comprender el contexto social que los produce y la sociedad que reclama acciones afirmativas, de protección inmediata, de fomento del respeto a las víctimas y, sobre todo, de profundizar en la voluntad de no agredir a otras personas, principalmente mujeres, hay que decirlo, porque esa es la causa de todo. Que la autoridad municipal de Toluca lo haga, es a todas luces benéfico para ese gran propósito.
Adendum: este 5 de febrero de 2020, el Ayuntamiento de Toluca, Estado de México, anunció que en su nuevo bando municipal se prevén sanciones por acoso a cualquier persona, no solo a mujeres. La nota completa, aquí.