Ikigai

Quisiera llamar tu atención, lectora, lector, sobre una palabra del idioma japonés: ikigai, compuesta por dos moras: iki (vivir) y gai (razón), utilizada para referirse al sentido de la vida y los placeres.

Es un vocablo de uso común en la vida cotidiana, porque se emplea en distintos contextos, uno de ellos el éxito profesional, por ejemplo, pero no es el único; ikigai se usa para referirse a la realización de los occidentales, pero con un significado extendido hacia el placer que causa la realización, y aún más: el detalle de ese ejercicio democrático y alcanzable por cualquier persona, pues constituye su esencia personal, su identidad individual.

Ikigai puede referirse a la placentera preparación de un alimento especial. Ken Mogi, el neurocientífico japonés que se ha encargado de investigar a fondo ese término popular, cuyos resultados a plasmado en un hermoso libro de 2018 Ikigai esencial, ha identificado los rasgos del ikagi en el cocinero Jiri Ono, poseedor de tres estrellas Michelin y dueño del restaurante Sukiyabashi Jiro, con sede en la capital de Japón, uno de las afamando y respetados del mundo. El ikigai de Ono es el placer que le causa preparar el kohada, un pescadito considerado el rey del sushi, cuya elaboración exige una concentración mayor dada su complejidad y único sabor, logrado a partir del refinado equilibrio entre el vinagre y la sal. ¿Por qué es el ikigai de Ono? Evidentemente, por el placer que le causa prepararlo a ese anciano de 94 años, quizás el más famoso cocinero japonés del mundo, quien está consciente de la importancia de hacer ese sushi.

«¿Tiene ikigai en su vida?», preguntó en 2008 la encuesta de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tohoku, al norte de Japón, a cientos de personas de todo el país; quienes respondieron positivamente coincidió que vivían una mejor calidad de vida en la salud física y mental, y en sus indicadores de bienestar general. El ikigai es una noción amplia de la realización personal, que ha de cultivarse a lo largo de la vida cada vez con mayor autoconocimiento, pues se entiende que en la medida de su mayor desarrollo, mayor tranquilidad y estabilidad individuales.

Desde luego, en la cultura mexicana tenemos numerosos ejemplos de personas realizadas, como podemos constatarlo cada segundo en las redes sociales; pero ¿en verdad viven su realización o es solo una aspiración de oropel? ¿Es identificable ese alto grado de felicidad y bienestar en esas personas? Seguramente serán menos a las que identifiquemos así; muchas menos. Porque el ikigai, a diferencia de cierta noción de realización personal occidental, parte de cinco pilares:

1. Empezar con humildad.

2. Renunciar al ego.

3. Armonía y sostenibilidad.

4. El placer de los detalles.

5. Ser consciente del momento presente, del aquí y el ahora.

Haz tu lista mentalmente. Son muchas menos personas, ¿Cierto?

Y tú, ¿cultivas tu ikigai?