Lograr la armonía con la vida
Fluir armónicamente en la vida implica encontrar un equilibrio y una conexión con uno mismo y con el entorno. Aquí, cinco ideas para lograrlo, en concordancia con las enseñanzas del monje zen Thich Nhat Hanh (1926–2022), autor de dos libros que me cautivaron: “El milagro del mindfulness” y “La paz está en cada paso”, que ofrecen enseñanzas sobre la atención plena, la compasión y la conexión con el momento presente como medios para lograr la armonía entre el mundo interior y el exterior:
1. Practicar la atención plena: al prestar atención consciente a nuestras acciones, pensamientos y emociones, podemos desarrollar una mayor autoconciencia y tener en claro nuestras necesidades y deseos; por ende: tomar decisiones más conscientes y responder de manera adecuada a las situaciones, lo que contribuye a un flujo más armonioso en la vida.
2. Establecer límites saludables: esta práctica es fundamental para mantener un equilibrio en la vida, ya que identifica y comunica nuestras necesidades y a decir “no” cuando sea necesario. Establecer límites nos ayuda a proteger nuestro tiempo, energía y recursos, evitando la sobrecarga y el agotamiento, y nos permite enfocarnos en lo que es realmente importante para nosotros.
3. Cultivar relaciones positivas: buscar conexiones significativas con personas que nos apoyen, nos inspiren y nos animen a crecer, nos brinda un sentido de pertenencia y nos ayuda a desarrollarnos personalmente. Para avanzar en ese camino, es esencial practicar la empatía, la comunicación abierta y la resolución constructiva de conflictos; así, mantendremos relaciones saludables y armoniosas.
4. Seguir una rutina equilibrada: puede proporcionar estructura y estabilidad en nuestra vida diaria; esto implica asignar tiempo para actividades que nos nutran física, emocional y mentalmente, como el ejercicio regular, la meditación, la lectura, el tiempo de calidad con seres queridos y el descanso adecuado; mantener una rutina equilibrada nos ayuda a lograr un flujo constante y armónico, y a evitar el exceso de trabajo o el descuido de aspectos importantes de nuestra vida.
5. Cultivar la gratitud y la aceptación: es necesario desarrollar una mentalidad positiva y centrada en el presente, apreciar lo que tenemos y aceptar las circunstancias que no podemos cambiar; esa mentalidad nos libera del estrés y la resistencia innecesarios. La gratitud y la aceptación nos permiten enfocarnos en el lado positivo de la vida y encontrar significado y satisfacción en las pequeñas cosas, lo cual contribuye a un flujo armónico y pleno.
Estas ideas pueden servirle a cada quien de una manera diferente, pues cada una de las personas es única, pero son un punto de partida, basado en un valor esencial: practicar una vida plena y satisfactoria.
