Tercer informe: pobres resultados en Cultura del Estado de México
Tres años de malas decisiones
El tercer informe del gobierno del Estado de México, entidad federativa de México, en materia de cultura, correspondiente al periodo septiembre de 2019-agosto de 2020, es pobre en información y sobre todo en la visión que impera en la administración actual en este tema.
En principio, porque su ubicación programática está en la línea de “Fomentar la prosperidad de las ciudades y su entorno a través del desarrollo urbano y metropolitano inclusivo, competitivo y sostenible”, aun cuando 13 de cada cien habitantes vive en comunidades rurales (INEGI, 2010), lo que soslaya el principio de inclusión de toda política pública; en segundo lugar, porque el informe da cuenta de 19 actividades (incluyendo la producción de 52 títulos del Fondo Editorial, recién adunado a la Secretaría del ramo) en los espacios institucionales y por medio de transmisiones en internet, enfoque que hace más evidente la brecha digital que vive la entidad.
Nada se informa sobre las actividades en los 18 Centros Regionales de Cultura, ni los avances en los compromisos que hizo en campaña Alfredo del Mazo Maza ante artistas y promotores: 1. destinar más recursos para las casas de cultura municipales, 2. fundar la Escuela Mexiquense de Pintura, 3. construir un centro cultural regional en el Valle de México y 4. Fortalecer el programa de becas y residencias artísticas en el extranjero. Asimismo, el informe omite referirse a los avances en la convocatoria a integrar la Ley de Cultura del estado, como anunció la Secretaría el 16 de febrero de 2018.
Lamentablemente, no es nueva la falta de compromiso de la Secretaría del ramo por reivindicar el trabajo cultural de la sociedad e integrarla en una visión incluyente, que fomente la corresponsabilidad municipal en la materia. Al observar los tres años de la gestión actual uno se da cuenta más claramente de la contracción administrativa que ha venido presentándose en la Secretaría de Cultura del estado, dirigida por Marcela González Salas.
Por ejemplo, al primer año de gobierno se realizaban 44 festivales de alcance nacional: hoy solo se hacen tres; se ha reducido el número de becas para integrar la Orquesta Filarmónica Mexiquense y el Coro Polifónico del Estado de México, pues al principio de la administración se becaba a 180 músicos, hoy solo se apoya a 103. La Orquesta Sinfónica del Estado de México ha dejado de ofrecer conciertos especiales e incluso ha dejado de presentarse en municipios diferentes a donde suele hacer sus conciertos; se ha reducido el número de docentes en el Conservatorio de Música del estado, lo mismo que el número de conciertos que ofrecen sus alumnos; asimismo, en los últimos años se ha reducido sistemáticamente el personal que labora en las 674 bibliotecas públicas de la entidad.
Las decisiones de la titular de esa Secretaría han sido producto de un enfoque tecnocrático, basado en la convicción de que el poder público puede ejercerse como un poder privado. Así procedió al remover el Museo de Numismática del centro de la ciudad capital mexiquense; así operó al presionar a diversas directoras de museos y centros regionales de Cultura para que renunciaran a sus puestos; así ha actuado para evitar el escrutinio público sobre el acervo no localizado en el Museo de Bellas Artes y, desde luego, el disperso en diversas oficinas del gobierno del estado; así procedió cuando se le solicitó explicación de por qué se dilató la entrega de estímulos a beneficios de las becas PACMYC y FOCAEM…
El Poder Legislativo del estado debe solicitar al titular del Poder Ejecutivo la presencia de la secretaria González Salas en la glosa del informe, para que rinda cuentas sobre los cuestionables resultados de su gestión.
